martes, 4 de diciembre de 2018

NAVIDAD, ILUSIÓN, BIENESTAR

¿Cómo estás? 💁‍♂️ Seguro que estás pensando en qué REGALAR🎁 estas NAVIDADES a las personas que más te importan.
🌟Quieres que sea algo distinto, especial, personal, que realmente le haga ILUSIÓN.🤩
🌟Te propongo que regales a esa persona algo que muestre que te preocupas por su BIENESTAR.
🎄Ivan Nogues"Quiromasaje-Osteopatía-Acupuntura"🎄

viernes, 2 de noviembre de 2018

MOXA


Hola, soy Ivan Nogués y voy a hablarte sobre aplicación de calor seco mediante moxibustión

Es un método natural que usa las propiedades de la planta artemisa y del calor para reequilibrar el estado de salud en general y para trabajar sobre trastornos más específicos como la debilidad de energía, la artrosis, problemas musculares crónicos, o problemas de impotencia sexual, frigidez y bajo deseo sexual. 

El calor se consigue con la combustión de una planta denominada “artemisia vulgaris” o “artemisia sinensis”. Esta planta de reconocidas virtudes en la fitoterapia occidental (tonificante y excitante), es recogida a comienzos del mes de junio, se deja secar y se machaca en morteros, eliminando las partes más gruesas que sobran para obtener un polvo denominado lana de moxa, cuyas principales características son las de arder muy lentamente emitiendo un infrarrojo de corta longitud de onda – por tanto, con capacidad de penetración- y la de poder aglomerarse con facilidad, lo que permite su manipulación para fabricar conos, puros o moxas huecas que facilitan su aplicación.

Hay diferentes modos de aplicar la Moxibustión, siendo los más frecuente en masaje la Moxibustión con puros. 
En este método se usa la planta de artemisa prensada en forma de puro, se enciende un extremo y se dirige a determinadas zonas del cuerpo dejando un espacio de unos 4 centímetros entre la piel y el puro. Para que tenga efectividad hay que trabajar entre quince y veinte minutos la zona.


El calor producido por la moxa estimula las terminaciones nerviosas de la piel causando la dilatación de los capilares. Este efecto aumenta la circulación sanguínea en todo el cuerpo en general y sobre la zona de tratamiento.


miércoles, 12 de septiembre de 2018

ALIMENTARNOS PARA EL OTOÑO



Hola, soy Ivan Nogués y voy a hablaros de COMO PREPARARNOS PARA EL OTOÑO



La energía del otoño es descendiente. La naturaleza está en una fase de contracción, recogimiento y enfriamiento. Lo vemos reflejado en los días de lluvia, la pérdida de hojas de los árboles, la emigración de algunas aves y la disminución de horas de luz. Si hemos aprovechado la oportunidad de transición del verano tardío nuestro cuerpo tendrá más calor corporal y estará protegido. Entrará al otoño con el centro y la estabilidad necesaria para hacer frente a los días lluviosos y frescos.

Estos cambios externos nos afectan física y psíquicamente. La naturaleza nos invita al recogimiento y a la interiorización. Si hemos hecho una correcta transición veremos que seguimos teniendo energía, aunque orientada de forma distinta, no tan expansiva. En cambio si no hemos escuchado a nuestro cuerpo ni le hemos dado los alimentos y cuidados necesarios para armonizarlo, es posible que los cambios nos cojan desprevenidos. Nos desequilibren tanto a nivel físico con resfriados y molestias respiratorias y alergia. En el aspecto psíquico con melancolía, tristeza, apatía o estados depresivos. Nos cuesta movernos y nos aferramos a los hábitos aún a sabiendas de que nos perjudican.

Necesitamos remineralizar, reforzar y contraer-calentar ligeramente el cuerpo (la época expansiva está llegando a su fin). Reponer las reservas de grasas y minerales que hemos perdido en los meses de calor y así preparar al organismo para que pueda afrontar el invierno.

Al  verano tardío ya empezamos a reducir el consumo de frutas crudas y ensaladas y a introducir alimentos más consistentes y cocinados. En el otoño seguimos concentrando: predominan los platos más calientes aunque sin olvidar algún toque fresco para conservar la polaridad y no irnos a un extremo. Estos cambios nos aportarán nutrientes y minerales calentando y contrayendo suavemente nuestro organismo de forma que llegue al invierno reforzado.





La clave está de nuevo en la auto-observación. Si nos sentimos débiles y con frío y propensión a resfriados y molestias respiratorias, si padecemos trastornos intestinales es señal de que no estamos haciendo bien la transición del calor al frío. Tendremos que revisar nuestra alimentación y hábitos para detectar por donde se nos escapa la energía. Luego hacer los cambios necesarios para solucionar las molestias. Quizás estamos tomando helados, zumos y bebidas frías. Puede que demasiada comida fría y ensaladas. Puede que simplemente comamos de forma desordenada y caótica. Sin un propósito claro con lo que nuestro cuerpo se dispersa y desaprovecha su energía vital.